Con más de 341.000 colaboradores en todo el mundo, Securitas se enfrenta al desafío de mantener una cultura unificada y coherente a lo largo de sus operaciones globales. Los valores fundamentales de la empresa —integridad, vigilancia y disposición a ayudar—, establecidos en la década de 1950, guían a cada trabajador, sin importar su ubicación. Sin embargo, mantener esta cohesión requiere más que principios escritos: Securitas apuesta por una comunicación eficaz y formación continua para alinear a todos los empleados con su visión.
Este reto es aún mayor para aquellos colaboradores que trabajan en zonas remotas o que tienen un contacto limitado con sus colegas. Para enfrentar este desafío, Securitas ha desarrollado una estrategia basada en dos pilares fundamentales: la comunicación interna eficaz y una formación continua.
Comunicación y formación: pilares de la cultura corporativa
El éxito en la integración de una cultura corporativa sólida se basa en dos componentes clave: la comunicación efectiva y la formación continua. Carin Andersson, Vicepresidenta de Comunicaciones del Grupo Securitas, resalta que una comunicación clara es vital para transmitir los valores y el propósito de la empresa a toda su fuerza laboral. Esta comunicación no solo ayuda a definir el tono y la personalidad de la organización, sino que también fortalece el sentido de pertenencia entre los empleados, quienes a menudo están distribuidos geográficamente y en contextos culturales diversos.
Una herramienta fundamental en este proceso es la Securitas Toolbox, un recurso integral diseñado para facilitar la comprensión compartida de los valores y objetivos de la empresa. Este recurso proporciona a los empleados acceso a materiales de capacitación y recursos esenciales que les permiten incorporar la cultura corporativa en su día a día, independientemente de su rol o ubicación.
Marie-Louise Howett, Vicepresidenta de Personas y Cultura del Grupo, explica que la formación constante es clave para que los empleados comprendan plenamente cómo aplicar los valores de la empresa en su trabajo. El enfoque en la formación continua no solo fortalece la unidad cultural, sino que también asegura que cada empleado esté capacitado para contribuir al éxito colectivo de Securitas.
El liderazgo como motor de la cultura
El liderazgo en Securitas juega un rol crucial para asegurar que la cultura organizacional se mantenga fuerte y coherente. Los líderes son responsables de encarnar los valores de la empresa y de transmitirlos a sus equipos de manera constante. Según Carin Andersson, los líderes de Securitas son los principales embajadores de la cultura corporativa, y se espera que prediquen con el ejemplo en su conducta diaria, reforzando los valores de integridad, vigilancia y disposición a ayudar.
Este enfoque en el liderazgo va más allá de la simple transmisión de directrices. Se trata de que los líderes vivan la cultura de Securitas en cada acción, demostrando cómo los valores corporativos pueden integrarse en las decisiones diarias. La gestión por ejemplo no solo inspira a los equipos, sino que también crea un entorno donde la confianza y la responsabilidad son componentes fundamentales. Esto, a su vez, fomenta un clima organizacional que permite a cada miembro del equipo dar lo mejor de sí.
Marie-Louise Howett agrega que el liderazgo efectivo no solo es cuestión de dirigir, sino también de empoderar a los empleados. A través de una guía clara y el ejemplo constante, los líderes pueden influir en la transformación cultural y asegurar que cada persona, sin importar su función, se sienta parte integral de la misión y los valores de Securitas.
Responsabilidad compartida y el impacto en el cliente
Aunque la comunicación y el liderazgo juegan un papel importante, la responsabilidad colectiva es fundamental para que la cultura de Securitas prospere. Carin Andersson destaca que todos los empleados tienen un rol en mantener viva la cultura de la empresa. Cada persona dentro de la organización debe sentirse empoderada y comprometida con los valores de la empresa, ya que la cultura es un reflejo de la participación de todos.
Cuando la cultura organizacional está sólidamente arraigada en todos los niveles, se crea un efecto dominó que impacta positivamente tanto en los empleados como en los clientes. Una cultura fuerte genera relaciones sólidas con los clientes, mejora la confianza y asegura que los equipos de Securitas estén alineados con el objetivo de brindar un servicio de alta calidad. La cultura de la empresa no solo es un motor interno, sino también un diferenciador clave que refuerza las alianzas y contribuye al éxito sostenido de la organización.